La escritura es un modo más de comunicación, y como tal debemos de respetar esa forma de comunicarse que tiene la persona y entender que puede tener" una caligrafía fea" en realidad por una situación que está viviendo y que a su vez, condicionara su escritura lo mismo que podrá condicionar todo lo que sus manos puedan realizar en cuestión de motricidad fina. O es que nosotr@s podemos escribir con las misma calidad caligráfica cuando estamos sometidos a fuertes presiones, o con ira, o preocupados, etc. Pues claro que no, hay situaciones en la que nuestras manos parecen tener vida propia y no nos permite ni abrocharnos los botones de la camisa.

Una vez más, la torpeza del ser humano se demuestra cuando cataloga y se etiqueta a una caligrafía de fea, sobre todo en los más peques en edad escolar, por la sencilla razón que sin ningún tipo de inteligencia por parte de los que juzgan la calidad de cualquier caligrafía, prestan más atención al problema que a las causas y posibles soluciones.

Y lo que es más sangrante, la humillación con pretensiones de querer arreglar la caligrafía de los más pequeños, o no tan pequeños, diciendo en voz alta y delante de otras personas, tienes una caligrafía muy fea junto con otras lindezas. Eso se da mucho entre los papas y mamas cuando requieren nuestros servicios, y mientras nos explican que su caligrafía es fea, que su profesor@ le restara nota, que no presta atención y otras argumentaciones peyorativas, se puede ver al niño@ sentado en una silla junto a su papa o mama, como va bajando la cabeza hasta meterla en su pecho, como cuando mira lo hace con vergüenza, como sus manos y sus pies en tan aguantando los nervios y las ganas de salir corriendo y la impotencia y el desamparo que siente. Esto, que seguro que los papas y mamas lo hacen con la mejor de las intenciones, pero lo único que conseguirá es que su escritura y caligrafía empeoren y además, que la necesaria comunicación del niñ@ o mayor, se altera, disminuya o incluso que la persona tenga miedo y vergüenza de comunicarse incluso oralmente.

Entonces, no hay ni existe caligrafía fea, existe una forma de comunicarse que necesita de una atención, apoyo y dedicación por parte de todos, además la caligrafía que no se considera bonita, puede ser motivo para pensar que la persona tiene un nivel de inteligencia mayor y no encuentra motivos para seguir los cañones ni patrones ya impuestos, como así lo demuestra diferentes estudios desarrollados en universidades de E.E.U.U. como YALE.